viernes, 27 de mayo de 2011

El cementerio radiactivo de la Mafia


La 'ndrangheta, la mafia de Calabria, localizada en el sur de Italia, hundía en alta mar viejos barcos llenos de residuos tóxicos y peligrosos, incluido material nuclear. Como esta práctica resultaba un servicio barato para gobiernos y empresas y no dejaba huella, era empleada de manera secreta.


Un fiscal, Francesco Neri, se volcó en esta historia en los noventa y recabó una montaña de indicios, pero el boicot de las instituciones no permitió a Francesco denunciar públicamente esta situación y todo quedo encubierto, ya que el caso se archivó, porque faltaba el cuerpo del delito, los barcos, y no había ganas ni dinero para buscarlos aunque Francesco hablaba de 180 hundimientos bajo sospecha.

En el año 2005 se encontró uno a veinte millas de Cetraro, en la costa calabresa, justo donde un capo, Francesco Fonti, decía que había hundido uno personalmente en 1992, el 'Cunsky', con 120 bidones de escorias radiactivas de Noruega.



Un robot tomó imágenes de un buque, a 487 metros, que correspondía a la descripción y sacó el asunto a la luz. Fonti sabía directamente de 30 naves de este tipo. La principal organización ecologista italiana, Legambiente, calcula que son 50. Fonti asegura que con el 'Cunsky' hundió otros dos barcos, el 'Yvonne A', con 150 bidones de fango radiactivo, y la 'Voriais Sporadais', con 75 bidones. Fonti sabe que hay muchos más porque los capos los enumeraban al rendir cuentas de sus actividades en la reunión anual de clanes.


La mayoría de los barcos se hundían en el mar calabrés pero también llevaron buques a Somalia, Kenia y Congo.


Fonti asegura que el Sismi, los servicios secretos italianos, les hacía los encargos. Pagaban, dice, de 2 a 15 millones de euros y hasta les daban los coches para ir a buscar el dinero a Suiza.
Ahora están siendo destapados numerosos casos de periodistas que estaban investigando sobre este tema y al parecer habían descubierto algo, cuando aparecían muertos bajo extrañas circunstancias como: accidentes de coche, infartos de gente joven y con buena salud... Las investigaciones y autopsias que se realizaban siempre se perdían y estas muertes quedaban ocultas a la sociedad.


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